SALES DE EPSOM

SALES DE EPSOM

Buenos días!! Hoy voy a hablaros sobre las Sales de Epsom! Ya supongo que la mayoría de vosotros no habréis oído hablar de ellas en la vida!! A mi me ocurría lo mismo, hasta que leí en una revista de moda, que celebrities como Victoria Beckam o Gwyneth Paltrow eran asiduas a los baños con este tipo de sales para relajar los músculos y el estrés acumulado a lo largo del día. Esto me dejo tan intrigada que no paré hasta que un amigo mio que es médico naturista satisfizo mi curiosidad! Parece ser que los baños de sal ya se usaban en la Edad Media, estas sales en concreto proceden de una salina de Inglaterra por eso se les llama también sales inglesas. Podéis encontrarlas en herbolarios. En realidad son sales de Sulfato de Magnesio y son ricas en magnesio, azufre y sulfatos. El magnesio, es un elemento muy importante en nuestra salud ya que contribuye a regular los impulsos eléctricos y está involucrado en el control muscular.

La mejor manera de absorber el magnesio es a través de la piel ya que su absorción por vía oral es poco efectiva. Cuando tomamos un baño con estas sales estamos absorbiendo sus minerales y expulsando toxinas de nuestro organismo. Las propiedades de esta sales son múltiples:

• Reducen la ansiedad y el estrés, mejorando el estado de ánimo al aumentar los niveles de serotonina.
• Reducen los calambres y las contracturas musculares, sobre todo después de hacer deporte.
• Mejoran la circulación sanguínea.
• Desintoxican el organismo de la contaminación medioambiental y metales pesados.
• Bajan la presión arterial. 
• El magnesio que contienen ayuda a fijar el calcio en los huesos.
• Son buenas para inflamaciones de la gota.
• Ayudan a expulsar astillas o espinas clavadas en manos o pies.
• También son efectivas para eliminar el mal olor corporal.

Para poder gozar de sus beneficios, lo ideal, sería tomar dos baños a la semana, pero yo como siempre tengo poco tiempo y prefiero la ducha porque es más rápida, aprovecho los fines de semana para tomar al menos uno! Os puedo decir que sí he notado que salgo de la bañera más relajada y mi sufrida espalda, no voy a decir que sale como nueva, pero casi! Durante el baño no debéis usar ningún tipo de gel o jabón porque anularíais sus beneficios. Os cuento como lo hago yo: Primero me ducho, luego lleno la bañera de agua casi hasta arriba y le añado dos tazas de sal de Epsom y unas gotitas de aceite esencial de lavanda (14 gotas) para aumentar la sensación de relax y a continuación sumerjo el cuerpo durante unos 20 minutos!

Si a todo este ritual, le añadís un poco de puesta en escena como por ejemplo, un poquito de música relajante y algunas velas, la experiencia puede ser sensorial y seguro que os va a encantar!!

Carmen