MENOPAUSIA CON DOMMA

Cuando hablamos de menopausia, tengo la sensación de que lo hacemos de puntillas, como si nos diera apuro hablar de ella y siempre de una manera muy generalizada. Nos enfrentamos a esta transición con temor, como si fuéramos objetos perecederos, sin pensar que es una etapa más de nuestra vida, algo que forma parte del ciclo natural de nuestro proceso de madurez y crecimiento. Si he de ser sincera, en mi caso, este hecho, representó una liberación. Adiós a las reglas dolorosas y las reglas hemorrágicas que me fastidiaban todos los planes. Y empecé a documentarme, a buscar por Internet como solucionar algunos de los problemillas que me estaban surgiendo a partir de esta etapa, porque evidentemente, todo tiene sus beneficios y sus inconvenientes.

Y así fue como conocí a la comunidad DOMMA, creada para informarnos de como vivir la menopausia como una etapa de plenitud. Para conocer las experiencias de otras mujeres, porque si algo está claro, es que cada mujer es un mundo y que no todas presentamos los mismos síntomas y para aconsejarnos sobre que hábitos y productos pueden mejorar algunas situaciones engorrosas que se nos presentan.

DOMMA cuenta con una serie de planes en forma de suplementos totalmente veganos y naturales que excluyen el uso de hormonas y que podéis montar a vuestro gusto. Yo he elegido el Planazo Control Absoluto y bienestar total con el que ya llevo casi dos meses y he obtenido resultados muy buenos. Los productos que uso son:

EQUILIBRIO Una combinación de semillas, hierbas, frutos y bayas que tomo por la mañana en un vaso se agua y que me ayudan a controlar la irritabilidad y los cambios de humor. Además, nos aporta energía, vitalidad y concentración.

CALMA Una combinación de hierbas y flores que me relajan y me ayudan a conciliar el sueño, que es mi principal caballo de batalla. También ayuda con los sofocos nocturnos.

BIENESTAR ÍNTIMO Se trata de un sérum compuesto por una selección de aceites esenciales que hidrata la zona íntima, equilibra el PH, previene infecciones y domina la sequedad.

RESET EMOCIONAL Este roll-on, con un aroma maravilloso a base de aceites esenciales florales, nos ayuda con los cambios de humor o cuando nos sentimos agobiadas o superadas. Tan solo hacen falta unas gotitas en las muñecas, aunque yo me lo pongo también detrás de las orejas para sentirme mejor (siempre lo llevo conmigo en el bolso)

Como os decía más arriba, no todas tenemos porqué sentir las mismas sensaciones, por lo cual, cada una, puede montar su propio plan en función de los síntomas más molestos.

Otra cuestión muy importante, consiste en introducir algunos cambios en los hábitos de vida. Yo ya he puesto en marcha alguno de ellos aunque algunas veces me cuesta ser disciplinada. Os dejo alguna de las cosas que hago a diario:

Intento mantener una alimentación equilibrada, hacer algo más de deporte y caminar (aunque siempre pongo la excusa de que no tengo tiempo) pero siempre podemos encontrarlo. He introducido 10 minutos de meditación guiada después de comer (tenéis montones de meditaciones de este tipo en YouTube). Ahora, procuro ir a la cama más temprano y leo un poquito antes de dormir. También tengo una alarma en mi móvil que me avisa para dejarlo aparcado hasta el día siguiente (el uso de este tipo de dispositivos estimula el cerebro). Y por último, ahora, cuido mi piel más que nunca porque la noto más seca e incluso descamada (os dejo aquí una artículo que escribí hace bastante tiempo sobre el cuidado de la dermis). Vosotras también podéis incorporar todo lo que se os ocurra para ganar en calidad de vida.

En definitiva, lo más importante en la menopausia, es hacer una especie de reset para conocernos mejor, comprobar cuales son nuestras sensaciones y como se encuentra nuestro sistema emocional y nuestro cuerpo. A través de la página web y del Instagram de DOMMA, encontraréis consejos y testimonios de mujeres como tú y como yo, muy valiosos que también están pasando por este cambio. Cuando compartimos experiencias, nos sentimos más seguras y protegidas. Os he dejado el link a la página web en letras azules.

Os mando un besito

Carmen

¿QUÉ SON ESAS GANAS LOCAS?

¿Qué son esas ganas locas de salir corriendo que me apremian? ¡Qué poco aprecio le tenía a la palabra libertad!

Entre mis dedos, lentamente, se desvanecen girones de tiempo. Imagino la mullida hierba a los pies de un roble, cuyas ramas desbordadas de líquenes y musgo, se alargan en un intento de tocar la bóveda celeste. Cientos de sonidos susurran desde la espesura y escucho atenta como respiran las plantas, como florece la primavera. Es la armonía de los sonidos de la naturaleza. A mi alrededor, prados colmados de amapolas, malvas y nomeolvides se mecen en una deslumbrante sinfonía. Me imagino con guirnaldas en el pelo, girando descalza, aspirando lentamente la tormenta lejana. El azul del cielo ha cambiado. Huele a tierra fecunda, huele a Gaia, a Pachamama.

La tierra que nos cobija, se cura, pero también nos cura a nosotros de nuestra propia codicia, de nuestro ego desbordante. Vivíamos muy de prisa. ¡Vivíamos tanto hacia afuera! y ¡tan poco hacia adentro! Todavía no entendemos que somos pura energía, que somos seres interconectados.

Nos hicieron creer que el incremento del consumismo alimentaba nuestro bienestar, cuando la felicidad solo se puede encontrar en las cosas sencillas, en las cosas pequeñas. La geopolítica nos hace esclavos dependientes de un sistema que tiene que variar el rumbo. Lo que sufrimos ahora es producto del deterioro que estamos provocando en el planeta. Nuestra supervivencia radica en un cambio de valores que nos haga responsables de nuestros actos para las generaciones futuras. De momento, esta crisis nos ha enseñado una palabra hermosa que se llama solidaridad y que constituye el valor más humano de las personas. Como dice Jorge Bucay en su libro El camino del encuentro:

Habrá que encontrar el rumbo y empezar a recorrerlo. Y posiblemente, habrá que arrancar solo y sorprenderse al encontrar más adelante, en el camino, a todos los que seguramente van en la misma dirección que nos obligar a ir más allá.

Carmen