Los Mantones de Manila han estado siempre presentes en nuestros armarios y en los baúles de nuestras abuelas que los conservaban como oro en paño. En mi casa siempre ha habido un mantón envuelto en papel de seda, recuerdo que cuando era pequeña, lo miraba casi como una reliquia porque no me dejaban tocarlo. Más tarde, apenas lo he usado, salvo en alguna boda. Pero acabo de redescubrir de nuevo los mantones, esta vez de la mano de Covadonga Jaquete al frente de su marca Altermanila. Ella me ha abierto todo un mundo de fantasía, sus diseños están inspirados en la naturaleza, en toda clase de especies botánicas, incursionando también en el apasionante mundo de las Geishas. Para realizar sus estampaciones, previamente pinta el motivo sobre papel a mano alzada con acuarelas para luego imprimirlo en sedas naturales maravillosas. Esta mujer creativa y emprendedora tiene una larga trayectoria de más de 25 años en el sector de la decoración textil. Ha sido la directora creativa de Lienzo de los Gazules (Grupo Gastón y Daniela) y trabaja con una amplia cartera de clientes nacionales e internacionales. También realiza pañuelos y fulares para empresas, hoteles e instituciones. Sus mantones se pueden pedir incluso a la carta según el gusto de la clienta y todos tienen dos tipos de medidas. Me ha encantado la versatilidad que tienen, son juveniles y ligeros y se pueden usar a modo de vestido, de falda, como echarpe o kimono, todo consiste en echarle imaginación al asunto. En estas imágenes, he querido mostraros el modo en que yo me he colocado el mío, que pertenece a la colección de Otoño y es el Acacia Verde inspirado en África con dibujos de leopardo y flecos en dorado que creo que combina muy bien con cualquier look. Además todos vienen provistos de un saquito para poder guardarlos sin que se estropeen en nuestros viajes. Si entráis en su página, estoy segura de que os van a gustar tanto como a mí y hasta el próximo domingo 25 de Octubre, introduciendo el código CINCUENTAYQUE tenéis un descuento importante. Os dejo el link más abajo. Un besito
Carmen
Mantón Altermanila
Fotografía Marina Dorado