CHIQUITANIA BOLIVIANA

CHIQUITANIA BOLIVIANA

Hola amig@s!! De nuevo he vuelto a  Bolivia, donde voy a estar durante 10 días y con ganas de ver tantas cosas que va ser casi imposible. Esta vez, hemos hecho la ruta de las Misiones jesuíticas que se extiende por un territorio muy amplio conocido como La Chiquitania. El primer sitio que visitamos fue un pequeño pueblo misional tranquilo y apacible llamado Santiago de Chiquitos. Allí parece que el tiempo se haya detenido, las puertas de las casas se dejan abiertas, los niños siguen jugando a las carreras de sacos o a caminar con zancos y la PlayStation creo que no ha llegado todavía. Su joya arquitectónica es la Iglesia misional Jesuítica, tan bonita que parece de juguete. A pesar de que tuvo que ser reconstruida por un incendio, todavía conserva la línea arquitectónica antigua, sus campanas son las más antiguas de la Chiquitania y están colgadas de un material hecho con corteza de árbol llamado Güembé. Los hoteles son modestos pero cómodos y limpios. Nosotros nos hospedamos en el hotel Beula que tiene un jardín interior fragante y exótico, que le da un encanto especial y relajante, la vida nocturna es prácticamente inexistente. A las 10 de la noche, normalmente, ya está todo el mundo durmiendo, cosa que a mi me vino de maravilla después de tantas caminatas. A pocos kilómetros del pueblo, se accede a la carretera que conduce a la antesala del cielo desde donde podemos contemplar la grandiosidad del Valle de Tucavaca. Hay dos miradores panorámicos, el Mirador Chico y el Mirador grande, éste último se encuentra a 900 metros de altura y hay que subir a pie. A pesar de que mi forma física distaba de ser óptima, al final, conseguí llegar casi a rastras al más alto, pero tengo que reconocer que la belleza natural del paisaje compensa. Con el estomago ya protestando y antes de comer, nos acercamos a Las Pozas que es un conjunto de caídas de agua y albercas naturales y aunque para llegar allí, nos hicimos media hora de caminata, fue un placer refrescarnos en sus deliciosas aguas. Después de tan intensa actividad, huelga decir que hubiera necesitado un porteador. 

Al día siguiente, nos dirigimos al Santuario de Chochís en el municipio de Roboré. ¡Es impactante! El templo se integra perfectamente en un paisaje idílico de verdor a los pies de una imponente y solitaria roca roja conocida como La Torre de David. Este Santuario se construyó en conmemoración a los desaparecidos en unas inundaciones del año 1979. Fue realizado por un arquitecto suizo y destaca por  la cantidad de tallado en madera. Es uno de los sitios que más me han gustado y me encantaría repetir la experiencia y ampliarla. Insisto, Bolivia es maravilloso y tiene mucho que ofrecer.

Espero que os guste el recorrido. Un besito

Carmen

Fotografía Elias Dorado