HOTEL HOSPES PALAU DE LA MAR

Hay edificios que me cautivan y el Hotel Hospes Palau de la Mar en Valencia, es uno de ellos. Este hotel forma parte de un antiguo palacete del siglo XIX y aún conserva muchos de los elementos originales que le aportan ese sello característico de la época. Su escalera de mármol es tan elegante y espectacular que no puede dejar indiferente a nadie y automáticamente, busco mimetizarme con ella en mis fotografías. Es aquí, donde puedo apreciar como la historia y el diseño minimalista encajan a la perfección . El hotel cuenta con 66 habitaciones con mobiliario moderno y mucha luz, y ofrece a sus clientes un spa, en donde se puede disfrutar de jacuzzi, baño turco y zona de belleza. Pero donde más he disfrutado, ha sido en su precioso jardín interior. Es el lugar ideal para relajarse con un coctel de su Lounge bar, mientras aspiras el aroma de su pequeño huerto y de cuyas especies se aprovecha el chef del restaurante Ampar, que se encuentra dentro del propio edificio y al que también se puede acceder desde la calle. Salimos del hotel encantados por la tremenda amabilidad del personal y aprovechamos para hacer alguna foto más, ya que la zona se presta a ello. A tan solo unos metros, se encuentra la Puerta de la Mar y solo nos resta encontrar el ángulo perfecto. Las que me leéis, sabéis que soy una enamorada de los hoteles con encanto y (aquí) os dejo uno de los que he visitado, por si queréis entreteneros. Un besito

Carmen

Fotografía Javier Dorado

LA ALBUFERA DE VALENCIA

Amenaza lluvia en La Albufera, apenas se adivina el punto donde el cielo se funde con la laguna. Algunos valientes, han salido a dar un paseo en barca aunque ya caen las primeras gotas. La verdad es que esto, me genera cierta envidia sana. Tan solo nos separan diez kilómetros de Valencia y parece que estamos en otro mundo. La carretera comarcal que tomamos, discurre como una lengua entre la laguna y el Mediterráneo escondido por una capa abrumadora de matorral denso e impenetrable. Pino carrasco y rodeno y entre tanta maraña de verde, asoman los palmitos y el mirto, cuyo intenso aroma me recuerda a una mezcla de limón y eucalipto. Indudablemente, la mejor experiencia, es perderse por sus rutas senderistas y admirar la gran cantidad de especies de aves casi en peligro de extinción y disfrutar de sus magnificas puestas de sol. Nosotros, nos dirigimos al pequeño pueblo de pescadores de El Palmar que hiciera famoso el escritor Blasco Ibáñez en su novela Cañas y Barro. En realidad, es casi una isla entre huertas y cultivos de arroz. Lo que más llama la atención, son sus canales por donde discurren las barcas que todavía usan los pescadores para faenar de una manera totalmente tradicional. El otro atractivo lo añaden las típicas barracas valencianas, que antiguamente eran las viviendas de los pescadores, os aconsejo que visitéis la Barraca del Tío Aranda del siglo XIX y que es la más antigua que se conserva. El Palmar está repleto de restaurantes y arrocerías donde disfrutar del autentico sabor mediterráneo. Hoy vamos a conocer el restaurante La Albufera con una larga trayectoria desde el año 1963. Me ha encantado la situación de nuestra mesa frente al canal aunque el día esté triste. La carta contiene una gran variedad de platos valencianos y nos han dicho que su all i pebre está riquísimo (guiso con anguila, patatas y guindilla) pero al final, nos decidimos por unos entrantes de pulpo que preparan delante de ti. Este va sobre una cama de puré aderezada con pimentón y flambeada, también nos encantó el tomate valenciano con ventresca de atún. Detrás, como no, pedimos una paella valenciana que nos resultó muy abundante y para terminar, una tarta de manzana casera. Todo estaba buenísimo y seguro que volveremos. No podíamos marcharnos de allí sin dar un paseo por los alrededores y para hacer algunas compras en un horno de pan artesanal del que además nos llevamos un poco de todo para hacernos la tarde más amena. Si no conocéis La Albufera, tenéis que apuntarlo como destino indispensable si venís por Valencia.

Carmen

VESTIDO BLAZER

Siempre espero este puente del año para comprar los regalos de Navidad, pero por un motivo u otro, voy dejando aparcadas estas compras y al final, como todos los años, las hago a la carrera prácticamente casi el día 23 de Diciembre. Pero a cambio, he compartido momentos inolvidables con mis hijos y lógicamente no he parado en casa. Por nuestra forma de vida, la familia casi nunca está al completo a excepción de las vacaciones de verano o navideñas, así que aprovechamos al máximo cuando conseguimos coincidir al menos tres de nosotros. A las que me leéis y tenéis algún hijo/a fuera, sé que me comprendéis perfectamente. El tiempo no ha acompañado precisamente y lo que iban a ser días de playa, se han convertido en cenas, comidas y meriendas con el consiguiente kilo que se me ha pegado a las costillas aunque vosotras no lo notéis (la menopausia no perdona). He aprovechado para estrenar alguna cosa que tenía guardada, como este vestido estilo blazer que podéis ver en las imágenes, al que le he visto muchas posibilidades. En este caso lo he combinado con unas botas de piel con estampado de serpiente de la marca Cuplé, que a pesar de tener tacón, son comodísimas y un abrigo negro largo. Si quiero darle darle un aire más festivo al vestido, tan solo cambiaré el cinturón negro por uno en dorado y unas sandalias a juego. ¿No me digáis que no es una buena idea? Como complementos, llevo un bolso también negro y una gargantilla de eslabones grandes de Mango. Espero que os guste y como siempre, os dejo los links al final del post. Un besito

Carmen

Vestido: Massimo Dutti Botas Cuplé Gargantilla Mango

VESTIDO BORDADO

Cuando mi madre abría el baúl que permanecía solitario en el desván de la casa familiar, yo asistía fascinada a este ritual, aún incluso sabiendo lo que había dentro. El intenso olor a naftalina, mezclado con restos de pétalos de rosa mustios, inundaba mi pituitaria. En el fondo del arcón primorosamente envuelto en una sábana bordada, se encontraba mi tesoro favorito, el que tenía prohibido tocar porque normalmente siempre llevaba las manos sucias del huerto. Allí estaba el vestido de boda de mi bisabuelita. No era un vestido al uso como los trajes de novia que yo estaba acostumbrada a ver. Este, era negro, sin escote, con el cuello bien subido y profusamente bordado en la pechera. El resto del vestido era tan sencillo, que a mi me desconcertaba. Nada que ver con un vestido de princesa, que es como yo pensaba casarme en el futuro. Era un vestido típico de aldeana pero con un tejido enriquecido. El vestido que podéis ver en las imágenes es de Zara y aunque no tiene absolutamente nada que ver con el otro, a mi me asaltaron los recuerdos y la nostalgia en cuanto lo vi. Como es un vestido suelto y no acababa de verme, decidí acoplarle un cinturón ancho en la cintura y unas botas de tacón alto para hacer las fotografías aunque a mi me encanta con un botín tipo cowboy para darle un aire country o unas sandalias si lo que queréis es darle un aire más festivo. Os dejo el link a la prenda, más abajo. Espero que os guste. Un besito y feliz semana

Carmen

Vestido Zara

Fotografía Marina Dorado

CHAQUETAS DE CUADROS

Cuando empieza esta temporada de otoño en la que muchas veces dudo a la hora de vestirme, las blazers en todos sus versiones, se convierten en mi tabla de salvación. Son un básico que yo he usado a lo largo de los años y que realmente casi nunca pasan de moda salvo raras excepciones. Esta chaqueta que podéis ver en las imágenes, prácticamente la cogí al vuelo de la percha porque me trajo muchísimos recuerdos de mi juventud. La primera blazer que tuve de cuadros, era una versión oversize y la encargué para el bautizo de mi hija hace 27 años. Aunque el diseño varía ligeramente, la tela es idéntica. Ahora me arrepiento de no haberla conservado pero os dejo una fotografía para que podáis comprobar la similitud. Esta chaquetita es más corta y muy juvenil, me la que he quedado también porque le veo un montón de posibilidades. La tela es gruesa y de lana y creo que con un casual wear en negro tiene que quedar genial. Podréis ver el look en un vídeo de moda que subiré prontito. En esta ocasión, la he combinado con un pantalón muy fluido en un tono neutro y un sweater en color marfil de manga murciélago. Como complementos, llevo unos zapatos destalonados en blanco roto y un bolso que he heredado de mi madre. También he añadido unas cadenitas y unos pendientes de Happiness boutique. Espero que os guste y feliz semana

Carmen

Chaqueta Sfera Sweater Sfera (no encuentro las prendas en la web, pero sí están en tienda) Colgantes Happiness Boutique

Fotografía Javier Dorado